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Aprender a Disfrutar la Vida: La Importancia de Soltar el Control | Mindfulness y Bienestar

Actualizado: 22 feb



Mindfullness y Bienestar
Mindfullness y Bienestar

Uno de mis grandes maestros en el arte de vivir el presente es Choco, mi querido Yorkie juguetón. Desde el momento en que cruzamos miradas hace 8 años, supe que su amor incondicional iluminaría mi vida con una explosión de ternura y alegría.


Han sido años de risas, juegos, momentos de complicidad y también de angustia cuando ha enfermado. Pero si hay algo que nos une profundamente son nuestras caminatas diarias. Choco me saca de la rutina y me recuerda que cada instante es una oportunidad para recargarme de energía y seguir entregando lo mejor de mí a mis clientes.

Normalmente, nuestras caminatas son pausadas y yo voy guiando el camino. Observamos los pájaros, los árboles, las flores, todo lo que nos rodea. Yo procuro no ensuciarme ni despeinarme, porque después suelen esperarme más sesiones con mis clientes. De vez en cuando decido entregarle el mando a Choco, y le digo que él es guía de la caminata; algunas veces elige una ruta inesperada, sin ningún orden. Me encanta que me sorprenda con experiencias nuevas y energías diferentes.


Pero ese día ocurrió algo especial. De repente, me miró con picardía, y en su expresión supe que me estaba invitando a algo más. Sin pensarlo, acepté su invitación. En un instante, Choco salió corriendo con toda la energía que un Yorkie puede tener… y yo, sin cuestionármelo, corrí detrás de él.

En ese momento, todo se alineó: mis pies, mis rodillas, mi torso, mis brazos. Mi cuerpo entero vibraba en sintonía con la emoción del instante. El viento en mi cara, la risa espontánea, la sensación de absoluta libertad… En esas cuadras de carrera, no existía nada más que la alegría pura de estar presentes. No había preocupaciones, ni pensamientos sobre quién nos veía o qué podían pensar. No importaba ensuciarme, despeinarme o cansarme. Solo existía ese aquí y ahora, compartido en plena conexión y felicidad con mi Choco, nos detuvimos solo hasta cuando él así lo decidió.


El resto del paseo seguimos con esa energía radiante, disfrutando cada paso con una sonrisa que no se borraba. Y me quedaron resonando un par de preguntas:

¿Cuántas veces nos privamos de vivir el momento por miedo a lo que otros piensen? ¿Cuántas veces nos frenamos porque tememos despeinarnos, ensuciarnos o simplemente creemos que no podemos hacerlo?


Cada instante está lleno de magia si nos damos el permiso de vivirlo con los cinco sentidos, con el corazón abierto y con la certeza de que el presente es el mejor regalo que tenemos.


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Master Coach Carolina Casas Leaño

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